¡Exitosa Operación Pejerrey Guapilo!

El sábado recién pasado estuvimos junto a un nutrido grupo de vecinos y voluntarios de organizaciones ciudadanas trabajando arduamente limpiando, carpiendo y plantando árboles en la Laguna Guapilo, en el marco del ambicioso desafío de recuperación de ese espacio abandonado por años y con graves problemas de contaminación e inseguridad ciudadana, que impulsan los vecinos del Distrito 7.

El rol de la Revolución Jigote en esta primera jornada de “patada inicial” del proceso fue el de articular, coordinar, invitar, solicitar apoyos y organizar esta primera actividad, consistente en una minga de limpieza y arborización con especies nativas y resistentes a condiciones difíciles. Cuando comenzamos a discutir la iniciativa, pusimos a disposición más de 300 toborochis de más de 2 metros de alto (para garantizar una alta tasa de supervivencia), pero tras inspeccionar el lugar y hacer el diseño forestal, se verificó que no era inteligente poner más de 100, en una configuración no lineal, sino intercalada con los abundantes Espinos Blancos, Cupesís y Junos que ya hay en el lugar.

Durante toda la semana previa al operativo, y respondiendo a las solicitudes enviadas, EMACRUZ y otras reparticiones municipales estuvieron en la laguna carpiendo, y recogiendo basura, facilitando en enorme medida el trabajo del sábado. Estas brigadas también estuvieron presentes durante la jornada de trabajo y su apoyo fue muy valorado por los vecinos.

La Dirección de Juventud de la Gobernación, a través de las impecables gestiones de Anderson Soria, proporcionó un micro para el traslado de los voluntarios y hasta una volqueta que fue de enorme ayuda para movilizar herramientas y plantines en el lugar, que es verdaderamente inmenso (tiene cerca de 37 hectáreas de superficie).

Pese a que en la mañana temprano había un chilchi persistente y estaba muy nublado, prácticamente todos los que habíamos comprometido nuestra asistencia cumplimos firmes, dispuestos a mojarnos. Por suerte a la hora de comenzar, la lluvia paró y nos acompañó un clima verdaderamente ideal: nublado y fresquito. Trabajamos los voluntarios de la Revolución Jigote, el Colectivo Árbol, Techo, la Universidad Ecológica, el Laboratorio Urbano, el Museo de Historia Natural Noel Kempff M., la Fundación Simón I. Patiño, la Dirección de Juventudes, entre otras, y claro, los vecinos que vienen impulsando este proceso de forma ejemplar además de varios ciudadanos independientes que supieron del operativo por las redes sociales y los medios de comunicación que nos apoyaron en la convocatoria.

La sorpresa de la jornada fue la presencia de varios centenares de funcionarios municipales que llegaron uniformados al punto de encuentro un par de horas antes, con banda, comida y las vallas metálicas que colocan en sus actos, y que se mantuvieron toda la mañana en ese lugar (el parque cerrado con pórtico) que es el único rincón ya consolidado de la Laguna, y que ya está recuperado y arborizado por el propio municipio. Llegaron además varias autoridades, dieron entrevistas, se tomaron fotos, pero para nuestra extrañeza, esa verdadera multitud no trabajó en el resto del enorme parque, el que realmente necesita del esfuerzo de todos. Molestó mucho a los vecinos el verificar que, luego de retirada la multitudinaria comitiva oficial, habían dejado abandonados decenas de plantines tirados en el pasto, huecos cavados sin ninguna planta, etc. Esta anécdota sin embargo no desanima al grupo impulsor de la iniciativa, que aunque sabe que con los políticos es muy difícil trabajar, sí valora el trabajo que hicieron las unidades técnicas del municipio, con quienes ya se tiene contacto directo y excelentes relaciones.

Al otro lado de la laguna, sin letreros, seguridad ni banda, se trabajó arduamente plantando los toborochis, recogiendo basura, carpiendo y funcionando de manera armoniosa y coordinada con el personal operativo de la alcaldía, que también plantó otros arbolitos y fue clave en el apoyo del recojo de basura y desbrozado del lugar.

La recompensa llegó al concluir el trabajo pasada la una de la tarde con un espectacular locro preparado a la leña por los vecinos en olla común, donde se conversó animadamente sobre los siguientes pasos a seguir. Estos son: la elaboración -con el apoyo técnico que afortunadamente tenemos- de un Plan de Recuperación de la Laguna (que incluya respuestas para la basura que llega por los canales de drenaje, los delicados trabajos de retiro de la basura ya enterrada en los lodos, la gestión de alumbrado público, etc.) y un Plan de Manejo, que tenga como punto de partida las ideas y aspiraciones de los vecinos (turismo, pesca controlada, bicisendas, observación de aves, etc.).

El proceso recién comienza.

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